Tacos de trompo y mi trabajo-lavandería

Iba en el camión y me tenía qué bajar porque se me antojaron los tacos de trompo. En los dos puestos que había, uno en la esquina y otro a dos casas, no habían puesto el trompo todavía y me tuve qué ir sin comer.
Llegaba a mi trabajo-casa. Estaba mi jefe en la lavandería y las otras dos o tres personas. Mi jefe cantaba algo... como ópera. Yo tomé la libreta de una de las personas y empecé a anotar. Sabía que era su libreta. Vi que tenía un mensaje de actitud positiva y supe que no éramos tan diferentes después de todo. Sin embargo, me había ganado mi red para poner la ropa sucia. En ese lugar había un tambo negro. Yo quería poner un clavo, tenía una piedra o un martillo, pero no quería interrumpir el canto de mi jefe.