sábado, 29 de octubre de 2011

Estaba en mi casa

En la de ahorita. Sonaba el teléfono y yo lo contestaba. Bueno hubo uno que era mi pretendiente, cuando entró a la casa, yo lo santigüé. Luego se fue, me llamó diciendo que era el chico al que había persignado. Me preguntó que por qué hice eso, lo confundí y enamoré y ahora está loco.
Luego salí y recogí un paquete y una mariposa moribunda. Ésta tenía unos colores bien extraños, hermosos, conforme la movía cambiaban. Había seis o cinco chicas que entraban conmigo, veían todos mis movimientos cuando recibía la llamada de mi pretendiente.
Tenía qué salir a algún lado. Me dijo que dejara el celular y todas las mugres, y también que era pasando un puente. Tuve miedo.

jueves, 20 de octubre de 2011

ay, no manches

Rentaba con Bernardo. Había unos dinosaurios de juguete gigantes. Estaba la cama, el baño. Me dormía en mi cómoda cama matrimonial. No sé si mis papás me visitaban o no. El punto es que entraba una mujer con dos niños. Una niña y un niño. Sí me dijo los nombres pero a mí se me olvidaron. Al menos el de la niña. Luego dijo "yo soy escritora, traductora, artista y poeta". Y yo le contesté: "pues, yo estudié letras y poseo una caja llena de lápices".
Después me fui a comprar ropa a Walmart. En la orilla estaba la ropa azul marino revuelta la de invierno con la de verano, pero al final estaban dos cubículos y en uno de ellos estaba el papá de Sin Chiste A. Quería integrarme a un grupo o venderme algo (una idea, quizá). Yo me negué y me intenté despedir con la mano, pero el se negó a su vez y al final la sacó, era gigante e hinchada, con yeso y pedazos de músculo en descomposición.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Otra vez con Toño

Bueno, creo que se quedó en el fondo de mi chompa. Invitaba a mi hermano, a Paty, a Karla, a Fer, a alguien más a mi casa. Conmigo vivía Toño. Era una casa medio fea, un día nubladón. Estaba el piso húmedo y había desorden y parecía una casita de clase media baja. Toño salía corriendo, me preguntaba que si no iba a ir a la fiesta. Yo pensé que era en la casa, Toño. No, es en mi otra casa, respondió corriendo calle arriba o abajo, lejos. Me dio mucha pena con mis invitados. Se hizo de noche y alguien me llamó a mi cel. Recordé esas cadenas que te avisan de posibles peligros. Le contesté y alguien con voz rara me dijo que había secuestrado a... colgué, tal y como venía en los avisos. Pero en lugar de colgar, oh, sorpresa, apreté un botón que descargó pornografía en mi cel. Se lo enseñé a mi papá y a mi tío Lalo.

martes, 11 de octubre de 2011

Estaban los dos

Me acuerdo que me puse bien borracha. Normalmente cuando te pones borracha, no recuerdas nada, en este caso igual. No hay otra cosa en mi cabeza más que la pregunta: ¿por qué AHORA? Eran dos, no sé si fue culpa de la duermevela, pero estaban Ever y Chucho. Yo hablando puras tonterías, como cuando estoy pasada de copas, como siempre, sin embargo, en guardia. No quería perderme y morir/dormir. No les tenía confianza a ellos. Todavía no.
Luego estábamos en alguna fiesta. Se me hace que me dormí y estaba soñando. O se me hace que me embriagué mortalmente otra vez, pero sé que estaban los dos: tú y tú. Te recuerdo a ti, de ti sólo presentí tu esencia cerca. ES que me dormí con ganas de abrazarte, aunque ya no te quisiera. Despertaba y decía: "Vamos a ver las fotos que tomé anoche!". Y en una, la más interesante de todas, vi la panza de una tarántula con súperzoom.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Clase de medicina y Julio y Zarely

Estaba en un tercer piso, acabé mi clase de medicina. Después de cruzar a un pasillo, llegué a un cuarto que era como una estancia llena de lockers. Metí una llavecita y adentro, aparte de un montón de cosas, estaba un vaso con agua. Tenía ahí cerca de tres años, según yo. Me dio un poquito de asco, pero aún así me lo llevé. Salí a la luz, parecida a la del Cervantes. (Ahora que recuerdo, sí me gustaba estar ahí).
En otro orden de ideas (siempre me ha gustado esa frase), estábamos Zarely y yo sentadas en una esquina. Éramos unas pequeñas zorras de 14 y 13 años. De noche, claro. Llegaba Julio y nos decía que un grupo estaba tocando en la placita. Yo lo volteaba a ver directamente al rostro. Julio, la loca.