sábado, 7 de julio de 2012

Suicidio y vestido de punto

Una casa señorial en una colonia del norte. El padre y dos hijas. Les había prohibido salir de esa casa, y para que cumplieran, les dio unas blusas de gasa especial: eran calientes mientras estuvieran dentro, pero si salían morirían congeladas. La hija mayor se enredó con un pariente de la cocinera. El padre se negó a que vivieran juntos, ahora que ella esperaba un hijo de ese clasebajero. La hija y su pareja se ahorcaron.
En otro momento, yo tenía un vestido de punto. Me veía tan hermosa, era de color blanco con unos adornos azules en los tirantes y en el escote. Todo tejido, la falda con volumen y vuelo. Estaba en mi casa de Torreón, Tani estaba jugando a los carritos enfrente del baño, sentado en el piso. Tendría como unos cuatro o cinco años. Su pelo cortado en forma de hongo. Yo entré a mi cuarto y vi que el vestido se me había hecho guango, los tirantes se me habían zafado.

martes, 3 de julio de 2012

Huevo

Quebré un huevo y desperté.

domingo, 1 de julio de 2012

Eli borracha

Estaba en casa de Toño y él me decía que había una lista de cuentos eróticos. Me la mandaba por correo. Estaba bien, su celebración parecía una fiesta del siglo XIX. Salía y me subía a un camión. Pasábamos por el canal Santa Lucía, era una combinación de éste con calles de Guanajuato o Italia, no sé. Iba en un camión 209, con una falda azul y una blusa café. Me bajaba y me daba cuenta que dejaba los zapatos y las calcetas, le golpeaba al camión para que se detuviera. Unas señoras hacían comentarios ácidos sobre mí. No me importó, yo estaba crudo-peda. JAJAJA.
Quería algo de comer, pasé por McDonalds y vi una hamburguesa de pollo, pero antes, en la esquina, vi a una talibán, una mujer afgana vendiendo taquitos al vapor. Le compré.