viernes, 10 de junio de 2011

Fayuca

Una colonia en un cerro. La fayuca estaba ladeada por culpa de la calle descendente. O ascendente. Paseábamos Ale, tú y yo. Todavía no te conocía y ya te había soñado. Ponías una mano sobre mi hombro. Tus lentes de sol. Tu pelo. Bajamos y había otra calle especial. Dos casas. En una vendían cosas como antigüedades chinas o japonesas, estaban sucias. En la otra había un comedor, como un restaurante pero era un comedor, liderado por un anciano. En la primera había una señora. Estoy confundiendo todo. Lo del campanario con el pozote en la tierra y la aventura de saltarlo, la fiesta en la cochera con aquellos pajaritos, las salchichas y esa luz del casi amanece pero nunca lo hará porque es de noche. Estoy confundiéndolo todo.

miércoles, 8 de junio de 2011

Sueño erótico

Estaba hablando contigo. Tú me preguntabas: ¿quieres ir a la casa a hacer el amor?
Yo dije que sí.

sábado, 4 de junio de 2011

Muy ecológico

Estaba rodeada de gente. Yo caminaba adelante de todos y venían platicando. Palomina bonita y otros. Parecía que estábamos por Las Torres. Había un campo de beisbol, se escuchaba música. Yo veía un cuadro de césped en la banqueta. Ahora, Pasábamos por un centro de... como las gradas que están en la deportiva. Como el auditorium. Bueno, empezaba a sonar como la voz de un anciano teniéndonos piedad, porque en sus tiempos el río era cristalino. Yo me metía al río. Simultáneamente tomaba agua desde la orilla. El río era café, gris, lodoso. Yo decía con un tono medio francés: El río Evr. (Qué miedo). Después cruzábamos un puente.
No estoy segura si es continuación de aquel bosque misterioso y negro donde me perdí. Lo curioso fue que recordara la cocina de mi casa. Ahí estaba mi tía Lulú. Decía que estaba arrepentida y que ya había madurado. Encima de la estufa creo que había pastel. No lo sé. Es todo tan nebuloso y perfecto.