En la de ahorita. Sonaba el teléfono y yo lo contestaba. Bueno hubo uno que era mi pretendiente, cuando entró a la casa, yo lo santigüé. Luego se fue, me llamó diciendo que era el chico al que había persignado. Me preguntó que por qué hice eso, lo confundí y enamoré y ahora está loco.
Luego salí y recogí un paquete y una mariposa moribunda. Ésta tenía unos colores bien extraños, hermosos, conforme la movía cambiaban. Había seis o cinco chicas que entraban conmigo, veían todos mis movimientos cuando recibía la llamada de mi pretendiente.
Tenía qué salir a algún lado. Me dijo que dejara el celular y todas las mugres, y también que era pasando un puente. Tuve miedo.
sábado, 29 de octubre de 2011
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