jueves, 20 de octubre de 2011

ay, no manches

Rentaba con Bernardo. Había unos dinosaurios de juguete gigantes. Estaba la cama, el baño. Me dormía en mi cómoda cama matrimonial. No sé si mis papás me visitaban o no. El punto es que entraba una mujer con dos niños. Una niña y un niño. Sí me dijo los nombres pero a mí se me olvidaron. Al menos el de la niña. Luego dijo "yo soy escritora, traductora, artista y poeta". Y yo le contesté: "pues, yo estudié letras y poseo una caja llena de lápices".
Después me fui a comprar ropa a Walmart. En la orilla estaba la ropa azul marino revuelta la de invierno con la de verano, pero al final estaban dos cubículos y en uno de ellos estaba el papá de Sin Chiste A. Quería integrarme a un grupo o venderme algo (una idea, quizá). Yo me negué y me intenté despedir con la mano, pero el se negó a su vez y al final la sacó, era gigante e hinchada, con yeso y pedazos de músculo en descomposición.

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