viernes, 29 de julio de 2011

Loco

Me metí a un desfile de gitanos y de cirqueros que iban caminando por Cuahutémoc en un día nublado. No sé que tan mariwas andaba que acabé debajo de la Macro y debajo del Edificio de los Médicos, desde el cual estaba Toño devisando todo el panorama. Dejé a los elefantes y a los payasos y acróbatas seguir su curso, con todo el ruidazo. Y ahí estaba hablando con Toño. ¿Por qué? No sé, pero, juntos vimos una fuente extraña y ahí estabas tú con tu pelo enmarañado hablando con alguien, tú con tus mismos ademanes de niño chiflado. Hubiera corrido a abrazarte, pero no te saludé siquiera.

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