miércoles, 14 de diciembre de 2011
Escuela en Alemania
Estaba ahí Liza. Yo trataba de comunicarme con el rudimentario alemán que no tengo. Después, me encontraba a B. Había un patio y un tendedero, un patio como el patio viejo lleno de blocks con cemento. Luego un aula grande, vacía. Telepáticamente me ponía de acuerdo con B. para "conocernos" en el sentido bíblico. Ambos teníamos esa fiebre perniciosa. Sacaba una tira de profilácticos sabor fresa, eran cinco o seis, desesperado. Me contagié de su desesperación y abrí uno con los dientes. Entraba un maestro con sus alumnos, se parecía al profe I. Como nos sorprendió con la ropa a medio quitar, me fui rápidamente al otro lado de la habitación, vistiéndome. Él explicaba que siempre le tocaba descubrir a las parejitas. No lo sé, pero creo que mis primos estaban también ahí.
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