lunes, 10 de septiembre de 2012

Me equivoqué

Compraba en una bonetería un boleto de camión. Iba hasta la central. Ya estando arriba del camión, me acordé que la clase era a tres locales de la bonetería. Pendeeeeeja. Me bajé y quería regresar lo más pronto posible. En la esquina de Cuahutémoc, un chico con una guitarra (en su cofre, o como se llame), me preguntaba cómo hacerle para llegar a... algún lugar. Le había dicho que cerca de San Bernabé. Yo le pregunté que si Anáhuac. No, me dijo que tenía que tomar el metro. Le indiqué cuál era la entrada para el sub y yo salí corriendo en un momento en que el semáforo estuvo en rojo y los carros se iban parando. Ahí estaba Marcos pero yo lo evadí, seguí corriendo y corriendo y corriendo, por entre unos puestos vacíos de artesanías. Me encontré una moneda de 10 centavos y la recogí. Llegué hasta el final del mercadito y ahí estaban ya alistándose todos con sus puestos, las indígenas tenían sus sonrisas vueltas hacia mí y eso me daba bastante miedo porque no dejaban de sonreírme. Una de ellas me dijo algo, pero la ignoré. La verdad ya no recuerdo bien.

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